El 13 de enero de 2017 en el Boletín Oficial de
Navarra aparecía un acuerdo del Gobierno de Navarra en el que se
recoge un Censo provisional de símbolos franquistas y una serie de
recomendaciones para la retirada de estos símbolos. El objetivo era
ir avanzando en la democratización del espacio público de Navarra,
tarea que se inició legislativamente con la Declaración del
Parlamento de Navarra de 10 de marzo del 2003, en la que se instaba a
las instituciones de Navarra a poner las condiciones necesarias para
"eliminar aquellos elementos simbólicos contrarios a la
libertad y representativos de ese pasado [el golpe militar y la
dictadura franquista] que deseamos superar". Por desgracia,
aunque se han dado pasos importantes, este objetivo está todavía
lejos de haber sido cumplido.
En lo que atañe a Corella el acuerdo recoge en varios anexos el
censo de símbolos franquistas que en ese momento se consideraban
objeto de las previsiones de la Ley Foral de reconocimiento y
reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados
y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936, del
26 de noviembre de 2013
ANEXO I. Censo de símbolos franquistas
MUNICIPIO/TIPOLOGÍA GENERAL Y ESPECÍFICA
Corella
Monumentos y conjuntos monumentales (MONUMENTO CAÍDOS)
Simbología espacios públicos (LAUREADA)
ANEXO II. Nomenclátor asociado a personas
Corella
Calles, avenidas, plaza, parques (C/ARRESE)
Centros educativos (ARRESE)
Esculturas en la vía pública (ARRESE)
Museos/Salas de exposiciones (ARRESE)
ANEXO III. Relación de personas vinculadas al franquismo
18. ARRESE MAGRA, JOSÉ LUIS.
Nacimiento: Bilbao, 14 de abril de 1905.
Muerte: Corella, 6 de abril de 1986.
Categoría de vinculación con el golpe de estado de 1936 y el
régimen franquista:
-Gobernador Civil de Málaga (1939-1941).
-Ministro Secretario General de F.E.T y de las J.O.N.S. (19/05/1941 -
20/07/1945).
-Ministro Secretario General de F.E.T y de las J.O.N.S.
(15/02/1956-25/02/1957).
-Ministro de la Vivienda (25/02/1957 - 17/03/1960).
-Procurador en Cortes (1943-1977).
Motivo o méritos por los que recibe nombramiento:
-Cargo público de la dictadura.
Nombramientos o menciones recibidas:
-Colegio Público José Luis Arrese en Corella.
-Museo en Corella.
-Calle en Corella.
-Busto en Corella.
Fuentes de información:
-Aparisi Laporta, Luis Miguel (2009), "Arrese y Magra, José
Luis", en Diccionario biográfico español, Madrid, Real
Academia de la Historia. Tomo V, pp. 578 -579.
-Boletín Oficial del Estado: [BOE 20/05/1941]/[BOE 21/07/1945]/[BOE
16/02/1956]/[BOE 26/02/1957]/[BOE 26/02/1957]/[BOE 18/03/1960]
-Congreso de los Diputados (2016) Histórico de Diputados
(http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/SDocum/ArchCon/SDHistoDipu).
-Urquijo Goitia, José Ramón (2001), Gobiernos y ministros españoles
(1808-2000). Madrid, CSIC.
En el capítulo de las recomendaciones para la retirada de la
simbología franquista se recogen unos conceptos que son importantes
a la hora de enfocar esta retirada: “Cuando hablamos del pasado, es
imprescindible distinguir entre historia y memoria. La memoria no
niega la historia. La memoria observa el pasado con mirada crítica
para consensuar democráticamente qué elementos de nuestra historia
merecen un reconocimiento público hoy. Ese es el objetivo del
programa de retirada de simbología franquista y guerracivilista.
Así, cuando se retiran símbolos o se cambian nombres de calles o se
retiran distinciones hechas en el pasado a personas que participaron
en vulneraciones de derechos humanos o colaboraron en la organización
del golpe militar de 1936, en la violencia desatada tras él o en el
régimen dictatorial posterior de una forma significativa, se hace
para construir una mejor convivencia, evitando que esa presencia y
reconocimiento públicos ofendan a las víctimas. Se hace, en
definitiva, para recuperar una memoria democrática de Navarra y para
retirar de nuestro espacio público símbolos que representen una
agresión a los valores de la paz, la convivencia, la libertad y la
democracia”.
Tal como se dice en el texto del Acuerdo, el Censo de simbología
franquista propuesto es un censo abierto y no definitivo por varios
motivos. Y en última instancia son los ayuntamiento los que deben
decidir las medidas concretas que conllevan el cumplimiento de la
legislación relativa a la simbología franquista. Dentro de ese
marco legal el acuerdo recoge un serie de recomendaciones elaboradas
por la Comisión Técnica de coordinación en materia de Memoria
histórica.
En lo que afectaría a Corella estas son algunas de la
recomendaciones propuestas:
A) Escudo con la Cruz Laureada de San Fernando.
La Cruz Laureada de San Fernando fue concedida a Navarra en 1937 por
el dictador Francisco Franco y colocada en su escudo como homenaje y
reconocimiento a los voluntarios navarros que le apoyaron en el golpe
militar de 1936. La laureada en el escudo de Navarra es un símbolo
que legitima la violencia como herramienta en la defensa de unas
ideas políticas y distingue el sacrificio de vidas humanas en la
guerra.
Recomendación. Retirada de la Cruz Laureada de San Fernando de todos
los escudos de Navarra que existan siguiendo lo establecido en la Ley
Foral 24/2003 y en la Ley Foral 33/2013 previamente referidas.
En nuestro caso esta símbolo franquista se sitúa en un edificio
privado, por lo cual el Ayuntamiento debe instar/exigir/reclamar su retirada a los propietarios del edificio.
B) Placas y elementos escultóricos para culto a los mártires y a
los caídos.
Se trata de placas de piedra o mármol, así como de grandes
construcciones escultóricas o arquitectónicas. Son elementos
erigidos para la exaltación de la memoria de personas que murieron
en una guerra civil a consecuencia de un golpe militar. Tal y como se
ha explicado previamente, este tipo de elementos representan una
exaltación y justificación de la violencia y la guerra como
herramienta de defensa de unas ideas. Se trata, además, de elementos
en los que se recupera los nombres de personas que murieron en el
bando alzado y son elementos que impiden avanzar hacia la convivencia
al recordarnos la ruptura de nuestra sociedad, la violencia y la
guerra.
Recomendación. Se propone, como primera medida, la retirada del
conjunto, encomendando a la Institución Príncipe de Viana su
conservación como elemento de patrimonio histórico para la
conservación de la memoria de lo ocurrido. Si esto no fuera posible,
se propone la retirada, dentro de cada placa o elemento escultórico
y arquitectónico, de aquellas partes simbólicas que supongan la
exaltación de la victoria del régimen franquista: escudos, yugos y
flechas, referencias a la Cruzada, al Generalísimo, a Primo de
Rivera, o consignas exaltatorias, como Caídos por Dios y por
España...
En este punto se han retirado las placas, y se está pendiente de una
modificación general del Paseo de la Rambla que elimine el
monumento.
Ver noticia.
C) Placas del Instituto Nacional de la Vivienda y de la Obra Sindical
del Hogar.
El régimen franquista creó el Instituto Nacional de la Vivienda con
el objeto de controlar el crecimiento físico de las ciudades así
como para impulsar un modelo social de desarrollo determinado,
dependiente de FET y de las JONS. Así, en los años de la dictadura
se construyeron grupos de viviendas en los que se colocaron grandes
letreros con símbolos de la Delegación Nacional de Sindicatos y del
Instituto Nacional de la Vivienda. Del mismo modo, se colocaron
también pequeñas placas en muchas viviendas con simbología
franquista que aún perduran.
Recomendación. Retirada de todos esos elementos.
D) Designación de hijos adoptivos o predilectos.
Durante la Dictadura fue una práctica frecuente la concesión del
título de hijo adoptivo o predilecto a Francisco Franco y a otros
personajes vinculados al régimen franquista como reconocimiento a su
labor, suponiendo un ejemplo más de exaltación de la guerra y del
propio régimen.
Recomendación. Revocar los acuerdos de nombramientos como hijos
adoptivos y predilectos de aquellas personas con algún tipo de
responsabilidad en procesos de vulneración de derechos humanos que
cualquier institución, local o provincial, haya impulsado.
La ley Foral 33/2013 de 26 de noviembre dice al respecto en su
artículo 12:
"Anulación de distinciones, nombramientos,
títulos y honores institucionales.
Las Administraciones Públicas de Navarra procederán, en el plazo de
un año a partir de la publicación de esta Ley Foral, a revisar e
invalidar todas las distinciones, nombramientos, títulos honoríficos
y demás formas de exaltación de personas vinculadas con el régimen
franquista, procediéndose en dicho plazo a realizar las diligencias
oportunas que lo certifiquen. Dichas certificaciones serán hechas
públicas por las distintas Administraciones y serán remitidas al
Gobierno de España".
Relacionado con este punto el Ayuntamiento aprobó recientemente una
moción presentada por el gobierno municipal (ACI y PSN) por la que
se decide que "el Ayuntamiento de Corella anula todas las
distinciones, nombramientos, títulos honoríficos y demás formas de
reconocimiento a personas que tengan su fundamento en su vinculación
con el régimen franquista y que supongan, directa o indirectamente,
una exaltación de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de
la represión de la Dictadura” Ver noticia.
En nuestra opinión esta disposición no cumple con la Ley Foral
33/2013, que exige revisar y revocar/anular las declaraciones
expresas de exaltación de las personas vinculadas con el régimen
franquista
En Corella deberían invalidarse, al menos, los siguientes
nombramientos:
Nombramiento como hijo adoptivo de la Ciudad a José Luis Arrese
Magra. (Sesión extraordinaria de 21 de septiembre de 1941)
|
La Vanguardia Española, 8 de abril de 1942 |
Nombramiento como hijo adoptivo de la Ciudad a Francisco Franco
Bahamonde. (Sesión extraordinarioa del 29 de diciembre de 1947).
Nombramiento de Alcalde Honorario de la Ciudad a José Luis Arrese
Magra. (Sesión extraordinaria de 28 de Diciembre de 1948)
Titulo de hija adoptiva de la Ciudad y nombramiento de Alcaldesa
Honoraria a Carmen Polo de Franco. (Sesión extraordinaria del 8 de
agosto de 1955).
|
La Vanguardia Española, 22 de agosto de 1955 |
Las acciones que hasta ahora han sido realizadas, y las que todavía
deben ser implementadas para cumplir no sólo con la letra sino
también con los objetivos de la Ley Foral de reconocimiento y
reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados
y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936, están
originando cierta polémica, fundamentalmente en torno a la figura de
José Luis de Arrese. Así, con motivo de la retirada del busto del
ex-ministro de la Dictadura, (ver noticia)
el grupo municipal de UPN publicó un comunicado en el que
expresaba que a este partido le "parece injusto el tratamiento
que se le da a la figura de José Luis de Arrese en Corella por este
Ayuntamiento. Para Corella fue, y sigue siendo, benefactor, mecenas e
impulsor del desarrollo local y merece un reconocimiento innegable”.
Hay detrás de estas palabras dos cuestiones que las hacen
injustificables, un intento de blanquear la Dictadura franquista y un
encubrimiento del papel desempeñado por José Luis Arrese durante la
Dictadura
Para entender la figura de Arrese en la Dictadura es bueno recordar
cómo definía la Asamblea General de las Naciones Unidas al Régimen
franquista en 1946:
"(a) En sus orígenes, naturaleza, estructura y conducta
general, el régimen de Franco es un régimen fascista modelado
sobre, y en gran medida establecido gracias a, la ayuda recibida de
la Alemania Nazi de Hitler y la Italia Fascista de Mussolini.
(b) Durante la larga lucha de las Naciones Unidas contra Hitler y
Mussolini, Franco, a pesar de las reiteradas protestas de los
aliados, otorgó cuanta ayuda sustancial estuvo en sus manos a las
Potencias enemigas. En primer lugar, y a modo de ejemplo, desde 1941
hasta 1945, la División Azul de Infantería, la Legión Española de
Voluntarios y el Escuadrón Aéreo Salvador, lucharon contra la Rusia
Soviética en el frente del Este. En segundo lugar, en el verano de
1940, España se apoderó de Tánger en violación de su estatuto
internacional, y como consecuencia del mantenimiento por parte de
España de un numeroso ejército en el Marruecos Español, un elevado
número de tropas aliadas se vieron inmovilizadas en el Norte de
África.
(c) Existen pruebas documentales incontrovertibles que establecen que
Franco fue parte culpable junto a Hitler y Mussolini en la
conspiración encaminada a desencadenar la guerra contra aquellos
países que en el transcurso de la guerra mundial se alinearon en
torno a las Naciones Unidas. El hecho de que la plena beligerancia de
Franco debiera posponerse al momento que se acordara mutuamente,
formaba parte de esa conspiración".
En este contexto, en el contexto descrito por esta declaración,
resulta que Arrese fue el líder del sector más pro-nazi del
franquismo, al principio en concurrencia con el cuñado de Franco,
Ramón Serrano Suñer, y desde 1942 como figura máxima. Esto está
bien documentado, y está recogido en el artículo de la Wikipedia
dedicado a Arrese: "Arrese también destacó como uno de los
principales partidarios de la Alemania nazi. Mantuvo contacto regular
con Hans Thomsen —el jefe del Partido nazi en España— y con
Gardemann —el consejero de la embajada alemana en Madrid—,
convenciéndoles de que la caída de Serrano Suñer supondría
implícitamente una mayor cooperación entre la España franquista y
la Alemania nazi. Para finales de 1942 ya formaba parte del grupo de
políticos y militares que presionaba a Franco para que España
entrase en la guerra del lado de Hitler. Cuando en noviembre de ese
año se produjo el desembarco aliado en el norte de África, Arrese
fue uno de los ministros —junto a José Antonio Girón de Velasco y
Carlos Asensio— que manifestaron que aquél era el momento para que
España entrase en guerra. Esto provocó un fuerte debate en el seno
del gobierno franquista y, a pesar de las fuertes disensiones
internas que se produjeron, finalmente no se produjo ninguna entrada
en guerra”.
José Luis Arrese fue nombrado por Franco ministro Secretario General
de Falange Española Tradicionalista y de las JONS el 19 de mayo de
1941 y cesado el 20 de julio de 1945. En los datos biográficos con
que la prensa acompañaba la noticia del nombramiento se decía que
se había afiliado "a Falange Española en 1933, actuando a las
órdenes directas de José Antonio" y que fue Jefe provincial de
Falange Española de Granada, donde organizó la Falange y la preparó
para el Movimiento". También que había sido [entre 1939 y
1941] Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento en Málaga.
(Las cifras de la represión en Málaga son escalofriantes. Es de
referencia el libro La Guerra Civil Española del historiador
británico Antony Beevor, que habla de un informe elaborado por el
cónsul británico en 1944 con estadísticas del ejército sublevado.
Según este documento, la primera semana de control de las fuerzas
rebeldes, en febrero de 1937, fueron ejecutadas 3.500 personas; y
entre el 15 de febrero de 1937 y el 25 de agosto de 1944, otras
16.952 fueron condenadas a muerte y fusiladas en Málaga. La fosa
común del cementerio de San Rafael es la mayor exhumada desde la II
Guerra Mundial, se han encontrado cerca de 3.000 cadáveres, aunque
existe un listado de 4.300 nombres y apellidos de fusilados,
perfectamente documentados tras un rastreo en varios archivos. A ello
deben añadirse las víctimas del hambre y otras formas de represión.
De esa represión, en la parte que le corresponde, fue responsable
José Luis Arrese. Un personaje, que luego fue Gobernador Civil de
Navarra, que destacó en tareas represivas como fiscal fue Arias
Navarro, que recibió el apodo de "el carnicero de Málaga").
Al acceder al cargo Arrese asumió la Subsecretaría de Prensa y Propaganda,
o sea el control de la prensa, la censura y los medios de propaganda,
que puso al servicio de los intereses nazis.
"En el periodo de la Segunda Guerra
Mundial, uno de los puntos clave des el protagonismo de la Vicesecretaría de Educación
Popular (a través de sus departamentos propagandísticos y
periodísticos) como mecanismo de adhesión al Eje. Este proceso no
debe ser interpretado únicamente como un proceso de identificación
ideológica con los fascismos europeos; sino también como una vía
política más, aprovechando la coyuntura internacional que creaban
las victorias alemanas, italianas y japonesas, para posicionar a
Falange en la cima del poder. Tanto Serrano Suñer como José Luis
Arrese buscaban presentarse ante el Reich como los máximos
promotores y defensores de su causa en España, con la intención de
explotar en el ámbito interior los beneficios políticos que podía
proporcionar esa cooperación. Una manera, por tanto, de ganarse el
favor del Eje y de participar a su lado –a falta de una
intervención militar directa- fue promover en los medios
periodísticos españoles una intensa campaña germanófila, que
implicaba cortar las alas a la propaganda Aliada y cooperar a nivel
exterior defendiendo las tesis de la Nueva Europa esgrimidas por la
Alemania nazi. Por su parte, ésta intentó valerse de los servicios
prestados por la propaganda franquista para penetrar cultural e
ideológicamente en América. Además, pudo probar al mundo entero el
poderío de su maquinaria propagandística, pues consiguió que los
medios informativos de un supuesto país neutral, como era España,
se volcasen de forma voluntaria hacia su causa" (Antonio Moreno
Cantano, Los servicios de prensa extranjeros en el promer franquismo,
Tesis doctoral, 2008).
La influencia nazi en los métodos de represión franquistas ha sido
puesta de manifiesto por diversos investigadores. Así el historiador
Paul Preston dice "En realidad, la influencia alemana en la
prensa era sólo uno de los diversos modos en que España se estaba
convirtiendo en una suerte de colonia informal de Alemania. El
aparato de policía estaba fuertemente influido por la Gestapo. Los
teléfonos de la embajada y el ministerio estaban intervenidos por
los alemanes con el consentimiento oficial, conseguido mediante el
soborno o bien por afinidad ideológica" (Franco <<Caudillo
de España>>). Podemos ver un resumen de esta cuestión en el siguiente artículo
de Rafael Guerrero en "Público" (13/10/2014).
"Franco desplegó en la postguerra la "multi-represión"
contra los vencidos con métodos nazis.
Francisco Moreno Gómez es uno de los pioneros de la investigación
sobre la memoria histórica en España, ya que sus primeros trabajos
se remontan a finales de los años 70 del siglo XX. Prolífico en su
producción historiográfica sin menoscabo del rigor científico,
este veterano historiador cordobés ha publicado su último libro
bajo el título La victoria sangrienta 1939-1945. Un estudio de la
gran represión franquista para el Memorial Democrático de España,
donde analiza pormenorizadamente las distintas variables represivas
que utilizó el franquismo para acabar y/o someter a los vencidos,
acuñando para ello el término 'multi-represión'.
Franco utilizó todo el catálogo de crímenes contra la humanidad.
No es sólo contabilizar el número de caídos en los paredones, que
pudieron ser 40.000 en la postguerra, sino que hay un programa
represivo de tal envergadura que yo llamo multi-represión', afirma
Moreno Gómez, que desgrana su variedad y su cuantificación
aproximada: apresamientos masivos con 300.000 presos en 1940; 507.000
detenidos emplazados en 188 campos de concentración; 90.000
integrantes de batallones de trabajadores; al menos 400.000 obligados
a partir hacia el exilio; hambre como instrumento represivo, adobado
con racionamiento y estraperlo; humillación de las mujeres usando el
rapado y el aceite de ricino; robo y desaparición de niños en
número cifrado por la ONU de 30.000 menores; represión económica
para arruinar a los vencidos con apropiación indebida de propiedades
y bienes, así como con fuertes sanciones y multas; represión
ideológica y laboral con listas negras para trabajar, etc.
Todo ello ocurrió durante la postguerra que Moreno Gómez califica
de 'victoria sangrienta', el periodo más puramente fascista de la
dictadura franquista hasta que, tras la derrota de Hitler y Mussolini
en la Segunda Guerra Mundial, Franco tuvo que disimular su afinidad
ideológica y de parafernalia con los regímenes del Eje.
Sin embargo, el investigador cordobés sostiene que hubo no pocas
similitudes de los métodos represivos del franquismo y del nazismo,
comenzando por la obsesión de ambos dictadores por el sistema
concentracionario, 'aunque Hitler se contentó con los campos de
concentración, mientras que Franco prefirió las cárceles como
núcleo represivo'.
En las cárceles se torturaba y de ellas se salía para el paredón,
pero también servían -según Moreno Gómez- para la represión
ideológica, cuya función asumió la Iglesia. Se ejercía un control
sobre las familias, ya que las visitas de los hijos y de las mujeres
no estaban permitidas salvo que ellos estuvieran bautizados y ellas
casadas por la Iglesia con los presos; se promovía el trabajo
esclavo al exterior para obras públicas y privadas; y se promovió
el robo de niños con la cobertura legal desde 1940 que impedía la
presencia de niños con más de tres años con sus madres y desde
1941, que facilitaba el cambio de nombre de los menores. 'Lo de los
niños en las cárceles era sencillamente inhumano', señala Moreno
Gómez, poniendo como ejemplo el testimonio de una mujer presa en la
cárcel guipuzcoana de Saturrarán.
Decía Carmen Riera que 'en diez días murieron más de 30 niños,
entre ellos mi hija. Me llevaron su cajita a la celda unas monjas que
trajeron unas flores y no paraban de decir que era un angelito que
adoraba a Dios, hasta que no pude más y las eché de allí. Y me
pasé toda la noche sentada en el suelo junto a la caja de mi niña'.
En aquella cárcel vasca murieron 120 mujeres y 57 niños.
Se aplicaba a los presos una 'dieta hipocalórica de 800 calorías, a
sabiendas de que con menos de 1.200 no se puede sobrevivir', lo que
produjo una elevada mortandad en las grandes cárceles. Francisco
Moreno precisa que esto se produjo desde finales de 1940, que fue
cuando los detenidos en los pueblos fueron trasladados a las grandes
cárceles de las capitales y pone varios ejemplos de reclusos muertos
por hambre: 900 en la prisión de Sevilla, 660 en la isla
pontevedresa de San Simón (reservada para los ancianos) o 756 en una
cárcel de Córdoba atestada con 3.500 presos, lo que supone una
mortandad del 20% de la población. 'Los detenidos encarcelados tras
el fin de la guerra cerca de sus pueblos de origen eran alimentados
por sus familias, pero después del alejamiento la distancia lo
impedía'.
La 'conexión nazi' de la estrategia concentracionaria franquista que
Francisco Moreno aprecia no sólo se circunscribe a la escasa dieta
alimenticia, sino al uso del clima como instrumento represivo, ya que
los presos del sur fueron trasladados a cárceles del norte, donde el
frío hacía estragos, y viceversa con los represaliados del norte a
cárceles del sur. 'En Burgos, con el frío ya tenemos bastante',
decían los presos políticos andaluces, sobre todo en 1941, que fue
el año de mayor mortandad en las cárceles españolas y que
coincidió también con el de la gran mortalidad en Mauthausen, el
campo de exterminio nazi donde murieron más miles de republicanos
españoles.
Otra coincidencia -señala el historiador Francisco Moreno-, a la que
hay que añadir los traslados de presos en trenes borregueros
cerrados sin comer ni beber en varios días o la ausencia de médicos
para atender a los reclusos que era sustituida por los presos que
tenían conocimientos sanitarios, aunque la coordinación general sí
que estaba en manos de médicos como los doctores Mengele en
Auschwitz o Vallejo-Nágera como director de los servicios
psiquiátricos en España, con sus crueles experimentos médicos'. (...)"
En enero de 1943 José Luis Arrese, realizó una visita a Alemania y
llegó a entrevistarse con el propio Hitler. El viaje provocó las
encendidas protestas del ministro de Exteriores, Gómez-Jordana, que
buscaba una relación más equilibrada con los Aliados.
|
La Vanguardia Española, 19 de enero de 1943 |
Aunque
posteriormente se han intentado blanquear los objetivos de aquel
viaje, el objetivo era estrechar lazos entre la Falange y el Partido
Nacionalsocialista Alemán, y Arrese no dudó en prometer de nuevo
la participación de España en el conflicto si Alemania conseguía
grandes victorias. Durante el viaje visitó Munich, Berlín y el
Cuartel General de Hitler en Rastenburg, en la Prusia Oriental,
inspeccionó aviones alemanes y proyectos de construcción, presenció
maniobras militares, visitó la sede central del Partido Nazi, le rindió
honores una compañía de las S. S. y se entrevistó con las altas
jerarquías del Estado y el Partido: además de Adolf Hitler, el
ministro de Asuntos Exteriores Michael von Ribbentrop, el ministro
canciller del Partido Martin Bormann, el ministro de propaganda
Joseph Goebbels, el secretario de Estado Leopold Gutterer, el Jefe
Nacional de la administración del Partido Franz Xaver Schward,el
General von Epp, la autoridad (gauleiter) de Baviera Hans-Ferdinand
Geisler, el burgomaestre de Munich Fidler, el jefe de la prensa del
Reich Otto Dietrich, el alto funcionario de la NSV Erich Hilgenfeld,
etc. A todos ellos les expresó su entusiasmo por el
nacionalsocialismo´y las obras de la Alemania Nazi. Pero aquella
visita coincidió con la derrota alemana de Stalingrado y e signo de
la guerra cambió. Después la derrota alemana llegó y los amigos de
Arrese se suicidaron, fueron juzgados por crímenes contra la
humanidad en Nuremberg, y fueron ahorcados, etc.
|
Ribbentrop, ejecutado. |
|
Jose Luis Arrese había sido pieza clave en la constitución del
contingente militar que participó en la Segunda Guerra Mundial a
favor de la Alemania Nazi en el Frente del Este. El 25 de junio del
año 1941 José Luis Arrese pide oficialmente la formación de una
legión de voluntarios para combatir en Rusia dentro de las filas de
la ‘Wehrmacht’ alemana, pero a petición de los alemanes el Mando
Militar decide que también participen soldados profesionales. Esta
división de Infantería se denominó oficialmente División Española
de Voluntarios (250.ª División de Infantería en Alemania). Fue el
mismo Arrese quien propuso el nombre de División Azul, por el color
de la camisa del uniforme falangista, con el que fue y es
habitualmente conocida. Hasta diciembre de 1943, cerca de 50.000
soldados participaron en diversas batallas. La División fue disuelta
cuando, visto el desarrollo de la guerra, el Régimen decidió
cambiar su estatus de no beligerancia activa por el de neutralidad.
|
La Vanguardia Española, 24 de junio de 1941 |
De todas maneras durante 1943 destacados ministros falangistas, como
José Luis Arrese y José Antonio Girón, todavía habían propugnado
en el Consejo de Ministros la entrada de España en guerra al lado de
Alemania. Si bien esto no pudo ser conseguido, se hizo todo lo
posible por parte de muy influyentes sectores falangistas y
germanófilos que controlaban los aparatos del Nuevo Estado para
seguir sirviendo lo mejor posible a Alemania.
Es significativo que a finales de septiembre de
1944 fueron enviadas a la prensa unas directivas procedentes de El
Pardo, a través del jefe del departamento de prensa y propaganda de
la Falange, Juan Aparicio, sin previa consulta con José Luis Arrese,
ministro secretario del partido. En ellas se instruía a la prensa
para que evitase cualquier orientación germanófila en los
comentarios. Pero la burocracia falangista resistió el envite.
En
aquel momento, se calcula que incluía a 20.000 personas, es decir,
20.000 personas que recibían salarios regulares del partido. De
éstos, cerca del millar eran agentes fijos del servicio de
inteligencia falangista, sin incluir los miembros falangistas del
cuerpo de Policía y los informadores de todo tipo que apoyaban al
partido. Sobre esta estructura y los acuerdos de 1940, la Gestapo
había conseguido controlar la policía española con el apoyo
asimismo de los elementos germanófilos del Alto Estado Mayor, ya que
los más importantes puestos de la dirección general de Seguridad
estaban asignados a mandos militares. A fines de 1944, la dirección
general de Seguridad seguía cooperando y apoyando los intereses
alemanes, permitiéndoles seguir escuchando las conversaciones
telefónicas de cualquier ciudadano u organismo oficial, la apertura
de cartas y telegramas e incluso el interrogatorio de los detenidos.
A su vez, la milicia falangista estaba considerada en este momento
como una fuerza de reserva que podía ser llamada, en una situación
de emergencia, a reforzar la policía regular en caso de desórdenes,
huelgas, etcétera. Una especie de somatén de reserva. A esto hay
que añadir otra serie de medidas, como la formación, en agosto de
1944, de un cuerpo de élite, la Guardia de Franco, con miembros de
la Vieja Guardia y de la División Azul; la venta a bajo precio y
distribución de armas cortas, de una forma no oficial e
indiscriminada, a diversos sectores falangistas; o la formación de
listas negras.
Es interesante a este respecto constatar las
directrices de una orden emanada de la secretaría general del
partido, el 21 de septiembre de 1944, a todos los jefes de distrito
de Madrid. Eran las siguientes: lista de rojos que han estado activos
en el pasado o durante la guerra civil, con todos los posibles
detalles referentes a sus actividades y su situación presente
(libertad, libertad provisional, libertad restringida, prisión);
indeseables, es decir, aquellos que, estando sin una afiliación
definida, podrían sacar partido de cualquier agitación o desorden
para sus propios propósitos; extranjeros que han residido en España
desde la guerra civil; simpatizantes rojos, es decir, aquellos que no
han tomado parte en actividades rojas, pero, sin embargo, simpatizan
con ellos y hacen todo lo posible para hundir el Movimiento,
propagando rumores y falsas historias. Estas directrices fueron
pasadas a los “jefes de casa” que la Falange había establecido
en cada edificio de viviendas y cuya función consistía en espiar e
informar de la actividad de todos los residentes, forzando a los
porteros a cooperar, informando de las visitas bajo pena de expulsión
del puesto de trabajo o represalias.
Simultáneamente se
incrementaron, en la segunda mitad de 1944, las detenciones políticas
y las ejecuciones de prisioneros. Unos, detenidos por actos
clandestinos considerados hostiles al régimen, y otros, que todavía
esperaban el cumplimiento de la sentencia desde el final de la guerra
civil. El gobierno británico tuvo incluso que intervenir ante la
secretaría de Estado del Vaticano presentando un informe detallado
del número de ejecuciones, condenas a muerte y detenciones de un
régimen que se presentaba como paladín de la cristiandad, que no
pudieron menos de causar estupor y fueron enviados al nuncio
Cicognani para información y encuesta.
Coherentes con la pública germanofilia de Arrese eran su
antisemitismo (en 1940 en el libro La Revolución del
nacionalsindicalismo, recordaba “la brillante lucha de la Falange
contra el judaísmo capitalista del SEPU”, o sea la campaña de
difamación contra los Almacenes SEPU, dirigida desde el periódico
de la Falange Arriba que fue contemporánea en el tiempo e inspirada
en los asaltos nazis a los comercios judíos en Alemania. En 1935 la
tienda en Madrid fue asaltada por militantes de Falange, y los
cristales del establecimiento fueron rotos en reiteradas ocasiones),
su furibunda crítica de la democracia («Un pueblo no puede
gobernarse a sí mismo como tampoco puede mandarse a sí mismo un
ejército») y su exaltación del programa totalitario («el Estado
totalitario es el modo de organización que hace a la gran potencia
capaz de mantenerse contra todos los demás, apretada en sí misma,
instrumento que hace posible la guerra total»
Los sueños imperiales de Arrese, compartidos con Franco tuvieron
consecuencias nefastas para las clases populares. Los resultados de
la aplicación de la política autárquica e intervencionista al
servicio de «un Estado imperial militar» fue una profunda depresión
económica. “Por encima de cualquier circunstancia, la duración y
profundidad de la crisis no puede ser entendida sin situar en un
primer plano la esencia política del Régimen, sus fundamentos y
objetivos y la propia política económica desarrollada. Un Régimen
nacido del apoyo directo de las potencias totalitarias y que se
alineó de manera entusiasta con ellas hasta casi el final de la
guerra. La situación de España en 1945 fue el resultado de una
opción voluntaria de Franco que resultó equivocada. (...) Las
pérdidas más graves, curiosamente olvidadas por el Régimen, fueron
las de vidas humanas. Los cientos de miles de muertos en los frentes
de batalla y en las retaguardias; las miles de víctimas de la
represión tras el final de la guerra; los fallecidos por hambre,
privaciones y enfermedades. Pero no solo fueron los muertos. Cientos
de miles de españoles fueron víctimas de variados tipos de
represalias y depuraciones, y la población penitenciaria alcanzó
cifras extraordinarias. Finalmente, hay que tener en cuenta el
capítulo de los exiliados, particularmente importante desde el punto
de vista del capital humano. Resulta muy llamativo que incluso un
personaje como Himmler aconsejara a Franco, durante su visita a
Madrid, una política de menor rigor represivo y más favorable a la
integración de la clase obrera en las estructuras del “Nuevo
Estado”. La depuración ideológica y el retorno del
fundamentalismo religioso fueron una pesada losa que impidió el
desarrollo de la libertad y la iniciativa. La sociedad española fue
una sociedad, además de empobrecida, temerosa. Para colmo de males,
el lugar que dejaron vacío los científicos, intelectuales y
maestros republicanos fue ocupado por elementos del Régimen que,
generalmente, carecían de las cualidades y la preparación técnica
necesaria". (Carlos Barciela López La Posguerra)
En 1945 la derrota de Alemania supuso la derrota de Arrese. “Yo
cesé porque fui uno de los tres españoles señalados con el
irresponsable estigma de <<criminal de guerra>>”. Así
de claro lo dice el propio José Luis Arrese en el libro Franco visto
por sus ministros (AA. VV., Planeta, 1981). Lo cierto es que
atendiendo a la jurisprudencia de Nuremberg Arrese debería haber
sido juzgado por “crímenes contra la humanidad”, pero las
circunstancias históricas jugaron de su parte. Como dice a
continuación “aunque dos años más tarde Antón Riestra me trajo
de Norteamérica un extraño mensaje de invitación y de olvido”.
Los intereses de Estados Unidos hicieron que el Régimen de Franco,
con ligeros maquillajes, se mantuviera con su esencia fascista.
Arrese se mantuvo en la sombra durante unos años sin perder la
estrecha amistad con el Dictador, hasta que en 1956 fue de nuevo
nombrado ministro secretario del Movimiento en un momento de cierta
agitación estudiantil, por su “fama de duro” en sus palabras.
De todas maneras sus pretensiones de institucionalizar un falangismo
totalitario chocaron ya con las otras “familias” del Régimen e
incluso con las altas jerarquías eclesiásticas, apenas duró un año
en el cargo. Continuó en el Consejo de ministros como ministro de
Vivienda entre 1957 y 1960. Esta es la etapa que se ha utilizado para
intentar blanquear y ensalzar su figura, pero Arrese no cambió nunca
sus ideas anti-democráticas y totalitarias.
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Arrese fue alumno aventajado de Goebbels |
Es una verguenza, una
aberración, un escarnio a todas las víctimas del nazismo y del
franquismo que todavía en junio de 2018 una calle de Corella lleve
el nombre del criminal de guerra José Luis Arrese.
El Ayuntamiento de Corella debe advertir a la Fundación Arrese (el
Alcalde De Corella es miembro nato del Patronato de esta Fundación)
para que retorne a su nombre original el nombre del Museo Arrese, y
se denomine Museo de Arte Sacro.
Igualmente creemos que debe desaparecer del espacio público de
Corella el nombre de la esposa de José Luis Arrese, María Teresa
Sáenz de Heredia (Calle y Parque) y debe retirarse su busto del
citado Parque. El reconocimiento que se expresa en estas
denominaciones y este monumento público, no se lo ha hecho la Ciudad
de Corella por méritos propios sino se los ha otorgado el Régimen
Franquista solamente por ser esposa de José Luis Arrese y amiga de
la esposa del Dictador, Carmen Polo. Son por lo tanto símbolos del
franquismo que deben se erradicados del espacio público de Corella.
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Carlos Arias Navarro, "carnicerito de Málaga" |